Rosa Freire: «La mediación también puede aplicarse en casos de atracos»

La mediación está implantada en el País Vasco y en Cataluña. Ahora llega a Galicia de la mano del Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación (Gemme). Su presidenta, Lourdes Arastey, y su vicepresidente, Pascual Ortuño, lo explicaron ayer en el Tribunal Superior de Xustiza. Junto a ellos ofreció su experiencia Rosa Freire, magistrada gallega (nació un 25 de julio en Santiago), profesora en la Escuela Judicial en Barcelona y experta en mediación penal.

-Es más reconocible la mediación en la vía civil. ¿Es posible en el ámbito penal?

-Cuando salí de Galicia, en el 2000, no sabía lo que era la mediación en un sentido técnico. Y la conocí en mi primer destino en Cataluña. En mi juzgado había una causa en la que el fiscal pedía que se remitiese un oficio para iniciar un proceso de mediación en un caso de robo con intimidación, un joven que le había puesto la navaja en el cuello a otro ciudadano. Luego vi que había un servicio de mediación en el mismo juzgado.

-¿Qué pasó con aquel caso?

-Supe que la víctima y el infractor llegaron a un acuerdo, y hubo un escrito de acusación conjunta entre fiscal y defensa que ahorró el juicio oral. Se dictó una sentencia de conformidad. Había una víctima satisfecha porque había recibido explicaciones que no habría obtenido en un proceso ordinario, y un infractor arrepentido y responsabilizado, además de un sistema de justicia aliviado.

-¿Cómo se explica la mediación penal?

-El sistema formal de justicia ofrece una sentencia donde se reconocen indemnizaciones y el rol de víctima. Pero a veces la víctima necesita una reparación más moral, de entender lo que le pasó. El proceso de mediación tiene un escenario totalmente distinto del judicial formal, en el que todos ocupamos nuestros roles y donde todo está marcado por lo que dice la ley.

-¿En qué casos puede aplicarse el sistema de mediación penal?

-En prácticamente todos los delitos en los que hay una víctima, como el caso del atraco. No tiene que ver con la gravedad, sino con la necesidad que puede tener la víctima de obtener explicaciones, y si piensa que ese proceso le va a aportar esas explicaciones y la tranquilidad que necesita para pasar página y para poder olvidar.

-¿Cómo se llega a la mediación?

-Por distintas vías. En mi caso, yo seleccionaba los casos en los que podía haber arreglo y los derivaba a la mediación. Les decía que era mi obligación ofrecerles ese recurso porque creía que iba a mejorar su vida. Otras veces desde otros ámbitos, desde la propia policía.

-¿Hay reticencias entre los jueces?

-Sí, pero cada vez hay más jueces y fiscales que son partidarios de la mediación.

rosa freire magistrada gallega en barcelona y experta en mediación penal

Para leer la noticia completa: lavozdegalicia.com