Salud recurre a una empresa de mediación para solucionar el conflicto con Mediterránea

PAMPLONA. La decisión del departamento evidencia que, pese a los expedientes abiertos a la adjudicataria y a la petición de reversión del contrato realizada por la mayoría en el Parlamento de Navarra y todos los sindicatos del ámbito sanitario, el Gobierno de UPN tiene intención de mantener a este grupo de restauración colectiva al frente del servicio de Alimentación del CHN.

Desde que el pasado 21 enero esta empresa se hiciera cargo del servicio, las incidencias han sido constantes. Las quejas por la calidad de la comida y del servicio se han ido amontonando durante el primer semestre del año en el Servicio de Atención al Paciente del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) mientras el departamento ha emprendido investigaciones por sucesos que van desde el hallazgo en los menús hospitalarios de diferentes bacterias, caracoles y hasta una arandela -un hecho que fue calificado de «grave» por el nuevo director del CHN, Víctor Peralta- a innumerables errores en el reparto de las dietas e incorrecciones de higiene constatadas por los profesionales del CHN y del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra.

POLÉMICA Estas incidencias en el antiguo Hospital de Navarra, Virgen del Camino y Clínica Ubarmin han sido la dimensión más pública de un conflicto que ha trascendido las fronteras navarras y han sido los profesionales y los propios pacientes quienes las han denunciado, sufrido y encargado de divulgar incluso en medios de alcance nacional, pero de puertas para adentro el desembarco de Mediterránea de Catering en la sanidad pública navarra también ha generado problemas de coordinación entre el CHN y la empresa propietaria de las cocinas hospitalarias, así como malestar entre los profesionales del SNS-O no solo por la actuación y forma de trabajar del grupo de restauración colectiva sino también por lo que consideran una degradación del servicio y de la importancia otorgada a la alimentación en la recuperación de los pacientes, un papel reconocido y destacado en diferentes textos elaborados por instituciones de la Unión Europea.

Para hallar soluciones a los problemas surgidos a raíz de la externalización decidida por el Gobierno regionalista, Salud ha optado ahora por buscar ayuda en otra empresa privada. El departamento, según ha comunicado a trabajadores del CHN, tiene intención de formar un grupo de trabajo compuesto por representantes de la empresa de restauración y del propio CHN.

Este grupo estará liderado por una empresa dedicada a formación, consultoría y coaching. Entre las áreas de especialización y líneas de trabajo del gabinete que Salud contempla contratar para desarrollar esta iniciativa se encuentran la gestión de conflictos, la adaptación al cambio, las técnicas para mejorar la comunicación en el trabajo o el diagnóstico del clima laboral.

COMPOSICIÓN Si bien responsables del CHN ya han comunicado a diferentes profesionales la intención de Salud de llevar a cabo esta iniciativa, no han informado todavía oficialmente a la plantilla de la fecha en que comenzará el asesoramiento ni la composición exacta del grupo del trabajo, del que podrían formar parte médicos, enfermeras, personal del Servicio de Dietética y Nutrición y de otros departamentos, así como empleados de Mediterránea de Catering. Profesionales del Complejo Hospitalario han mostrado su sorpresa por la elección de este procedimiento para resolver los conflictos, de los que no se consideran responsables, e ignoran cómo podrá repercutir esta labor de mediación y asesoramiento en la mejora de la calidad de la alimentación que reciben los pacientes ingresados.

Aunque en un principio Salud no los hizo públicos, los desencuentros entre el departamento y Mediterránea de Catering se produjeron desde el mismo inicio de la relación entre ambas entidades. Estos conflictos permanecieron ocultos hasta la comparecencia en la comisión de Salud del Parlamento foral del jefe de Sección de Nutrición y Dietética, Javier Olóndriz, quien reveló, el pasado marzo, que los menús servidos desde el pasado 21 de enero hasta las primeras semanas de ese mes no tenían la validación de Salud al no existir Libro de Dietas. Según explicó Olóndriz, tras la adjudicación en noviembre del pasado año del servicio a Mediterránea de Catering, la adjudicataria fue comunicando sus propuestas de menús para cada dieta al CHN. Profesionales del Complejo realizaban las correspondientes correcciones y finalmente la empresa daba su visto bueno. El CHN detectó, tras el estreno de la empresa, que la mayoría de las correcciones no habían sido incorporadas, lo que obligó a una exhaustiva revisión. Durante el nuevo proceso de comprobación y unificación de criterios con Mediterránea de Catering, se llegó a advertir a la adjudicataria de que las dietas no serían validadas mientras no se introdujeran las correcciones.

Las tensiones entre la empresa y profesionales del SNS-O, que no se han considerado respaldados por el departamento, fueron aumentando conforme pasaban los meses. Las reclamaciones de los enfermos también y la oposición se unió para reclamar la rescisión del contrato ante la evidencia de que la externalización no funcionaba, una rescisión que las draconianas condiciones del concurso dificultan. Mientras, la Comisión de Personal del SNS-O al completo reunía la cifra récord de 11.000 firmas y se manifestaba en favor de la reversión del servicio para recuperar la calidad.

La decisión de recurrir a una empresa externa abre ahora un nuevo debate sobre el destino de los fondos públicos y la impotencia de Salud para resolver el conflicto.

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